Super Selfie es una instalación que dialoga en torno a la imagen que proyectamos de nosotros mismos/as. Consiste en un proyector conectado a una caja de aspecto futurista, cuyo sistema proyecta una imagen ampliada del participante, imagen que queda fija durante diez segundos y desaparece. El usuario debe inclinarse sobre un círculo de luz que capta su imagen y presionar un botón para tomar la fotografía. Este círculo luminoso es un espejo que no refleja: la persona no ve su imagen, la imagen está proyectada y ampliada fuera de su campo de visión; el resultado es una sorpresa para el participante, no así para los espectadores, que presencian la experiencia en tiempo real. Se trata de una selfie en que la vanidad no tiene lugar, es una selfie del sujeto en ese instante, en el aquí y ahora en que se encuentra al vivir la experiencia. La imagen resultante difiere completamente de aquellas que circulan por las redes sociales, es más bien un reflejo deformado que problematiza la dinámica de las “selfies tradicionales”.